[Critique] ¿Es la serie maldita de Netflix una espada en el agua?

hace 4 años

Antes de Arthur, estaba Nimue. La nueva serie de Netflix elige explorar el pasado de la Dama del Lago y la historia de Excalibur. Cursed pone a Katherine Langford en el centro del escenario, en una ambiciosa reinterpretación de la leyenda artúrica. ¿La primera temporada obra milagros?

Nimue es interpretada por Katherine Langford. © Netflix

La leyenda artúrica habrá inspirado a muchos directores y guionistas. De la película Excalibur a la caricatura de disney Merlín el mago a través de la decepcionante serie Camelot con Eva Green, las adaptaciones son numerosas. Mientras esperan la tan esperada trilogía de Alexandre Astier, los fanáticos de la leyenda bretona ya pueden descubrir Maldito en Netflix. Esto ambiciosa relectura de la historia de la dama del lago sigue a Nimue, una joven del pueblo Fae a la que se le asigna una tarea muy difícil. Después de la destrucción de su aldea por los Paladines Rojos, fanáticos del único dios, debe encontrar al mago Merlín para confiarle Excalibur. En el camino, conoce a Arthur, quien la ayudará a lograr su objetivo. Negado por todos, Nimue hará extraños descubrimientos sobre su pasado y sobre la espada que debe entregar a Merlín. Ahora, la Bruja Sangre Lobo, es la única esperanza de su pueblo. Si sobre el papel la trama tiene todo para agradar, su desarrollo no está exento de fallas. La introducción es laboriosa y demasiado infantil para los espectadores aficionados del género. Una vez más Netflix apunta su serie a los adultos jóvenes, el principal target de sus suscriptores. La serie, que sin embargo opta por centrarse en los excesos religiosos y el paso a la edad adulta, lucha por encontrar su velocidad de crucero. Los primeros episodios no le hacen justicia al resto de la serie, que gana profundidad en sus minutos finales. La lentitud de la introducción se borra rápidamente para dar paso a una intriga a veces apresurada. Nimue pasa de ser un paria odiado a una figura heroica en un abrir y cerrar de ojos, privando al espectador de un tratamiento efectivo de su personaje al mismo tiempo. Lo que se anunció como fascinante historia de origen pasa rápidamente a la introducción de una trama más amplia. Sin embargo, a mitad de la serie, nos vemos atrapados en el juego y nos apasiona el destino de la horda de personajes de Maldito. Adaptado de la novela gráfica homónima de Frank Miller (Sin City y 300) y Thomas Wheeler, Maldito es un fresco medieval eficaz que, sin reinventar el género, podría encontrar un lugar destacado en Netflix junto a El Brujo.

Además, el universo de la serie no deja de recordar el de la adaptación de las novelas de Andrzej Sapkowski. El Brujo Hizo la apuesta por no tomarse siempre en serio y esto es sin duda lo que falta en la serie de Frank Miller y Tom Wheeler. Aún así, con el dúo original a cargo de la novela, nuestras expectativas eran altas. Cabe señalar, de todos modos, que ciertos arcos narrativos están particularmente bien explotados, como el personaje que encarna Emily Coates. Sin embargo, algunas otras intrigas quedan relegadas a un segundo plano, mientras nos quemamos por saber más, como sucedió con el monje llorón, cuya mera mención de su nombre ya nos había convencido. No obstante, podemos consolarnos diciendo que la serie sin duda tendrá una secuela y que su personaje bien podría jugar un papel central en el resto de la trama.

Merlín, interpretado por Gustaf Skarsgard, hace su propio hidromiel. © Netflix

Merlín, el desencantador

Para encarnar a esta figura legendaria, Netflix recurrió a Gustaf Skarsgard. El nombre de este actor tampoco es desconocido para los fanáticos de Vikings que lo habían visto en la piel de Floki. Aquí, acampa a un Merlín lejos de estar en su mejor momento, que prefiere practicar el levantamiento del codo en lugar de la magia. Parecido a Jack Sparrow al final de su carrera en la primera mitad de la historia, el actor gana en intensidad en el resto de la serie. También da la respuesta a un actor que había podido conocer en el set de Westworld, Peter Mullan. Después de interpretar a James Delos en la serie de Jonathan Nolan y Lisa Joy, el actor improvisa como monje en Maldito. Hechizante, se erige a sí mismo como una fuerte figura antagónica. El resto del elenco tampoco se queda fuera, comenzando por Emily Coates, quien interpreta a una buena hermana que está lejos de mostrar caridad cristiana. Por otro lado, cabe destacar que en la primera mitad de la serie, Katherine Langford (13 razones por las que) no es tan convincente en el papel de Nimue, pero lo compensa en los episodios posteriores. La serie al menos tiene el mérito de desempolva la leyenda y deshazte de los patrones clásicos. Arthur, interpretado por Devon Terrell, aún no es la figura heroica intrépida e irreprochable que ya conocemos y es lo suficientemente refrescante como para subrayarlo.

Quien dice fantasía necesariamente dice efectos especiales espectaculares y grandilocuentes, y en este punto Netflix está a la altura de nuestras expectativas. Gracias a su fotografía eficiente y sus precisas coreografías de combate, Maldito gana la apuesta y ofrece un entretenimiento exitoso que hará las delicias de los fanáticos del género. Game of Thrones habrá dejado un vacío para los amantes de la fantasía en la pantalla chica, pero Maldito obviamente no se sentará como un digno heredero de la serie de HBO. Mientras espera la temporada 2 de The Witcher, El Señor de los Anillos Amazon y sobre todo la trilogía Kaamelott, Maldito es un hermoso paseo impregnado de feminismo en un universo encantado.

Maldito.  El rebelde

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